¿Gentrificación en Lima? El despojo urbano detrás del discurso de modernización

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Autor: Daniel Romero
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La gentrificación existe en Lima y no puede ser entendida como una consecuencia inevitable del desarrollo urbano. Más bien, se trata de un proceso de despojo sistemático, disfrazado bajo discursos de modernización y “recuperación patrimonial”. Las políticas urbanas centradas en la valorización del suelo privilegian el valor de cambio por encima del derecho a permanecer. Como señala Román (2019), el desplazamiento no es únicamente físico: también implica la disolución de redes comunitarias y la supresión simbólica de prácticas populares, reemplazadas por una homogeneidad funcional al capital. El resultado es claro: ruptura social, pérdida de identidad barrial y encarecimiento de la vida urbana para los sectores populares.

El caso de Barranco: Gentrificación planeada

El distrito de Barranco representa una forma de gentrificación activa y planificada. A través de un conjunto de políticas públicas orientadas a la atracción de capital turístico e inmobiliario, Barranco ha sido transformado, en menos de dos décadas, de un barrio bohemio de clase media con patrimonio deteriorado en un enclave elitizado, tematizado y funcional al consumo turístico. (Rampello, 2021). Con una lógica en la que “se valora al inmueble por encima de los habitantes” (Hayakawa, 2015, p. 278)

Simultáneamente, expresiones populares, como las fiestas vecinales o la cultura afroperuana, han sido progresivamente estigmatizadas o eliminadas del espacio público. En su lugar, se ha instalado una identidad barranquina “chic” y “bohemia”, funcional a los gustos de los turistas (Rampello, 2021). Esta boutiquización del espacio urbano, es decir, su transformación en un producto estético rentable, ha permitido el ingreso masivo de capitales inmobiliarios que obtienen una renta diferencial del suelo basada no solo en la localización, sino en el capital simbólico del lugar

Uno de los hitos más paradigmáticos de esta transformación fue la privatización del Parque Confraternidad, un espacio público de uso comunitario que fue entregado en concesión por 60 años para la construcción del Museo de Arte Contemporáneo (MAC). La cesión del parque simbolizó la subordinación de lo común a lo rentable: se demolió una laguna artificial, se suprimió el centro cultural vecinal y se sustituyó un espacio abierto por una institución que, aunque cultural, responde más a la lógica de atracción turística y exclusividad que al derecho al ocio de los vecinos (Rampello, 2021).

Privatización del parque

Esta reconversión urbana ha implicado además la concesión de playas públicas a restaurantes de lujo, la apropiación de zonas paisajísticas protegidas por inmobiliarias que construyen edificios de alta gama sobre el acantilado, y una flexibilización normativa que ha favorecido la edificación vertical y el uso turístico del suelo. Como parte del mismo fenómeno, Como explica Cocola (2018) el distrito ha experimentado un boom del alquiler temporal a través de plataformas como Airbnb o Booking. Y en base al informe de Castillo (2019), entre 2016 y 2019 el número de anuncios de alquileres temporales en Barranco se disparó en más del 50 %, con una concentración del 45 % en la Zona Monumental protegida. Esta dinámica ha reducido significativamente la oferta de vivienda permanente y ha incrementado los precios del alquiler, expulsando progresivamente a los antiguos residentes del distrito.

La gravedad de este proceso ha sido incluso reconocida desde la propia gestión municipal. La exalcaldesa de Barranco, Jessica Vargas admitió: “hay mucho desplazamiento y he escuchado el término gentrificación ahora se está usando (…) hay muchos barranquinos que se han ido del distrito y ya no viven acá” (Rampello, 2021). Esta confesión es reveladora, no sólo por su franqueza, sino porque muestra cómo,bajo la premisa de que atraer inversión privada equivale a desarrollo, se han legitimado transformaciones que excluyen a los propios vecinos.

Entre el capital y el desalojo

Barranco es un laboratorio de urbanismo neoliberal: que ya no construyen ciudades para vivir, sino para rentabilizar, puesto que si una ciudad excluye a quienes la hicieron posible, ¿a quién pertenece realmente? Si la cultura solo se valida cuando es rentable, ¿qué queda de lo común? Pese a la evidencia, persiste una narrativa oficial que minimiza la gentrificación en Lima, presentándola como “imperceptible” (Román, 2019). Este negacionismo tecnocrático ignora que el desplazamiento también opera mediante el encarecimiento de servicios, la pérdida de bienes comunes o el abandono estatal. Como advierte Román (2019), su raíz está en la mercantilización del espacio y en la alianza estructural entre capital y poder político, que rediseña la ciudad al gusto del consumidor privilegiado, desplazando sistemáticamente a quienes no se ajustan a ese perfil. No podemos seguir normalizando el despojo en nombre del “progreso”.

La gentrificación no es el precio del desarrollo, sino una forma de violencia urbana estructural.Recuperar Barranco no implica frenar la inversión, sino redefinir para quien se invierte y a costa de quién. Porque una ciudad sin sus habitantes, sin su historia viva y sin su diversidad real, no es una ciudad y una cultura envuelta y lista para ser vendida.

Fuentes

  • Cocola-Gant, A. (2018). Tourism gentrification. Handbook of Gentrification Studies, 281–293. https://www.elgaronline.com/edcollchap/edcoll/9781785361739/9781785361739.00028.xml

  • Del Castillo, M. L., & Klaufus, C. (2020). Rent-seeking middle classes and the short-term rental business in inner-city Lima. Urban Studies (Edinburgh, Scotland), 57(12), 2547–2563. https://doi.org/10.1177/0042098019881351

  • Rampello, P. N., Gliemmo Mansanta, F., & Moscoso, F. V. (2022). Turismo y gentrificación estratégica en Barranco, Lima. Editorial de la Universidad Nacional de La Plata (EDULP).

  • Roldan, O. V. (2021). Gentrificación en el Centro Histórico de Lima. Estudio de caso: gestión de la Municipalidad Metropolitana de Lima 2011-2014, en el sector de Barrios Altos que pertenece al área inscrita en la lista del Patrimonio Cultural de la Humanidad. Devenir - Revista de Estudios Sobre Patrimonio Edificado, 8(15), 139-158. https://doi.org/10.21754/devenir.v8i15.887

  • Román Román, S. (2020). Gentrificación en el Centro Histórico de Lima, teorías contextualizadas. https://diposit.ub.edu/dspace/handle/2445/155298

  • Hayakawa Casas, J. (2015). Gestión del patrimonio cultural y centros históricos latinoamericanos: Tendiendo puentes entre el patrimonio y la ciudad. Universidad Nacional de Ingeniería.