La hipocresía política en el Perú: entre la desconexión y la normalización de la corrupción

La política peruana siempre ha sido un tema delicado a lo largo de su historia, caracterizada por su inconsistencia, polarización latente y casi inexistente confianza de parte de la población. Sus fallas han creado una serie de reclamos generalizados de parte del ciudadano, que como cualquier otro, anhela un funcionamiento real de la politica en su país.
Entre estas necesidades políticas, la búsqueda de algún representante que cumpla con los requisitos, tales como priorizar los intereses de la población antes que sus intereses personales, no solo refleja la baja expectativa de calidad esperada en nuestros representantes, sino también la manera en que este reclamo, conforme se vuelve más necesario, se hace cada vez más improbable, según la actualidad política.

Actualmente, no es necesario estar al tanto de cada suceso político para tener en claro que la hipocresía es una característica común en la mayoría de los funcionarios públicos. Presidentes, alcaldes y congresistas, todos nos tienen acostumbrados a una falta de escrúpulos tan desvergonzada que no solo deja mucho que desear en materia de empatía sino que evidencia la profunda brecha social entre la población política y el ciudadano peruano común. Cada declaración desacertada, cada proyecto olvidado, cada promesa incumplida, solo nos muestran la poca importancia que representamos para nuestra clase política. Deja en evidencia la forma en que casi de manera inconsiente se omite la fatiga y el sufrimiento político generalizado de una población que, ante tanta corrupción, no ha encontrado otra solución que normalizarla. Ante un ambiente tan tóxico y desolador, los ánimos se reducen aún más ante frases como: “Bueno, el Perú es así”.
El punto culminante del asunto recae en un tema algo antiguo y que, en cierta forma, queda desfasado ante la fatiga social provocada por la reiteración de opiniones frente a las declaraciones infortunadas de parte de la actual presidenta del Perú, Dina Boluarte. “Con 10 solcitos ha cemos sopa, segundo y postre” una frase mediática que en su aparente simpleza, esconde un trasfondo tan nefasto que, en lo personal, lo más preocupante no recae en la declaración en sí, sino en cómo una persona con tan paupérrimo nivel de conciencia social puede ostentarse de considerarse la “Madre de los Peruanos”, y cómo cada declaración y acción resalta lo escrito por Santibañez (2016), “La crisis de nuestro tiempo, más que una crisis de instituciones, es una crisis de personas, de liderazgo y de gestión”. Dina boluarte y este tipo de discursos vacíos reflejan una desconexión alarmante entre quienes lideran y las necesidades de la población mostrando una imagen falsa de supuesta solidaridad mientras se desentiende de las consecuencias reales de sus acciones.
Al parecer, Dina Boluarte, en su objetivo por halagar el ingenio y fuerza de la mujer peruana en situaciones adversas, omite detalles importantes, tales como la Encuesta Nacional de Percepción de Desigualdades (Enades) de 2024, donde se revela que la canasta básica ha subido un 14% en los últimos dos años. A su vez, parece que no tomó en cuenta que el Perú enfrenta una crisis alimentaria significativa, donde 23 departamentos del país están en niveles de hambre grave o moderada. El solo hecho de que tenga el descaro de prestarse para este tipo de populismo bochornoso, que roza la ridiculez, deja en evidencia que nuestra presidenta se encuentra en cualquier otro lugar menos en el Perú. Lamentablemente, esta polémica queda minimizada al no ser la única demostración de la indiferencia en la moralidad de Dina Boluarte. Casos nacionalmente conocidos como “Los Rolex”, “La rinoplastía oculta” y “La sombra de Vladimir Cerrón” dejan a la población en una posición desafortunada, donde la acción y la búsqueda de justicia no es que haya desaparecido del deseo popular, sino que se sitúa tan lejos y tan poco probable que recae en un triste desenlace, probablemente nuestra mayor condena: la normalización de la corrupción.

Fuentes:
El Montonero. (2024, febrero 6). La hipocresía institucional. El Montonero. La hipocresía institucional (Link de la fuente)
Proética. (2024, noviembre 13). El 78% de los peruanos son tolerantes con la corrupción. Proética. El 78% de los peruanos son tolerantes con la corrupción (Link de la fuente)
Infobae. (2024, noviembre 23). “Con 10 solcitos hacemos sopa, segundo y postre”: El comentario de Dina Boluarte que evidencia su desconexión con la pobreza. Infobae. “Con 10 solcitos hacemos sopa, segundo y postre” (Link de la fuente)
Infobae. (2024, diciembre 6). Dina Boluarte y los presuntos delitos que la rodean: Cinco investigaciones abiertas en menos de dos años de mandato. Infobae. Dina Boluarte y los presuntos delitos que la rodean (Link de la fuente)