Resistencia y Memoria en el Perú: Víctor Jara, Presente

Septiembre, un mes cargado de profundas reflexiones, sea por conmemoraciones locales, como también por memorias que un día como hoy emergen y que nos interpelan. Hoy, hace 51 años, Victor Jara fue asesinado, un domingo del 73. Una voz latinoamericana que, aunque fuera apagada por la dictadura militar, sigue resonando a lo largo de nuestras naciones levantando la bandera de justicia y dignidad. Su legado no solo quedó presente en sus canciones de protesta, sino también en todas aquellas luchas que su activismo inspiró. Hoy más que nunca resulta fundamental recordarlo.
El compañero, recordado cantautor chileno, fue un símbolo de la resistencia comunitaria contra la represión del régimen pinochetista que, como política de Estado, pretendió silenciar las voces de una ciudadanía disidente. A lo largo de su vida activa, denunció todas aquellas injusticias y crímenes que se cometieron contra la humanidad y, por medio de sus canciones, abogó por un mundo cada vez más solidario y equitativo. Reclamando, de esta manera, que la idea del buen vivir dejase de ser un privilegio únicamente asociado a unos pocos y, más bien, de consolidarse como un derecho para todxs.
En nuestra actual realidad social, estas concepciones se sitúan como pilares centrales al encontrarnos frente a estructuras de poder organizadas, corruptas y represivas que a lo largo de los últimos años han buscado suprimir derechos sociales en beneficio propio. En el Perú, nos encontramos frente a una coalición autoritaria que desprecia la vida humana, que utiliza la violencia para tratar de suprimir voces de protesta, que emite leyes a favor del extractivismo ilegal, de violadores a los derechos humanos y de organizaciones criminales. Siendo este, además, un régimen que perpetúa un modelo de desarrollo desigual, que ha olvidado a los grandes sectores populares, como a nuestro ecosistema y biodiversidad, en donde las prioridades de nuestros padres de la patria y presidenta se encuentran muy lejos de estas problemáticas.
Nos gobierna un sistema de impunidad que permite que asesinos, criminales y dictadores ostenten cargos de poder, reciban honores o sean velados como héroes nacionales. Somos una democracia donde el asesinato de 50 personas, entre ellos niños y adolescentes, se ha intentado normalizar desde las esferas de poder. Esta coalición mafiosa integrada por Dina Boluarte y el Kongreso de la República ha avalado crímenes contra la vida y sus políticas atentan contra la memoria de un pueblo que ha sido testigo de un ciclo de violencia política racista y criminal constante.
La memoria de Víctor Jara nos enseña a no claudicar. De esta manera, su arte, su música y su memoria son herramientas fundamentales para la resistencia colectiva, en la que “el derecho de vivir en paz” deje de ser únicamente un derecho de los poderosos y sea para todxs, en donde, además, las demandas por derechos fundamentales y por justicia social se vuelvan una realidad. Su legado nos interpela, como estudiantes, a no ser solamente unos testigos de la corrupción y crímenes de este gobierno, sino a ser una ciudadanía activa, crítica y consciente, alzando nuestra voz, haciendo memoria y organizándonos ante las injusticias y atrocidades que este régimen autoritario pretende normalizar.